• La dosis se aplica a niñas de 11 a 13 años que cursan el sexto año de primaria, el primero y segundo grado de secundaria, así como a menores no escolarizadas y rezagadas
• La vacunación se realiza en 4 mil 177 escuelas públicas y privadas de las 16 jurisdicciones sanitarias 
• La campaña, que tiene como objetivo alcanzar una meta de 234 mil 205 dosis aplicadas gratuitamente, inició el 11 de septiembre y concluye el 15 de diciembre

La Secretaría de Salud (SEDESA), a través de los Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México, informa que a casi dos meses del inicio de la “Campaña de Mitigación del Rezago de Esquemas de Vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) 2023”, se registra un 54.8 por ciento de avance; hasta el último corte con fecha del 3 de noviembre, se han aplicado 128 mil 396 dosis a niñas de 11 a 13 años que cursan sexto año de primaria, primer y segundo grado de secundaria, así como a menores no escolarizadas y rezagadas.

Esta campaña de vacunación que inició el 11 de septiembre de 2023, se realiza en 4 mil 177 escuelas públicas y privadas de las 16 jurisdicciones sanitarias, y su objetivo es aplicar 234 mil 205 dosis gratuitas hasta el 15 de diciembre de este año.

En la aplicación de este biológico participa el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyo personal médico ha inoculado a 41 mil 948 menores de edad; el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el cual ha empleado 6 mil 248 dosis; y los Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México, que ha suministrado 80 mil 200 vacunas.

Además, la Jurisdicción Sanitaria donde se ha aplicado el mayor número de dosis es Iztapalapa con 26 mil 180; le sigue la de Gustavo A. Madero con 18 mil 888, y Tlalpan con 10 mil 858 dosis.

La estrategia tiene como propósito reducir la incidencia de infección por VPH en mujeres, principalmente en quienes aún no han iniciado su vida sexual. También serán vacunadas personas cisgénero y personas transgénero de 11 a 49 años que viven con VIH.

El VPH es la infección más frecuente de transmisión sexual, que representa un riesgo para la salud de las mujeres, ya que está asociado a la aparición del cáncer cervicouterino. En la mayoría de los casos no causa síntomas visibles que puedan alertar a la paciente de la infección, hasta varios años después.

Con estas acciones, la Secretaría de Salud reitera su compromiso de garantizar el derecho a la salud a través de brindar servicios gratuitos y con perspectiva de género.

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