A TRAVÉS DEL SERVICIO DE OFTALMOLOGÍA LA SEDESA TRATA EL SÍNDROME DEL “OJO SECO”
· La falta de lágrima en el ojo se debe a factores genéticos, nutricionales, enfermedades y condiciones ambientales.
· En el ámbito laboral se asocia al uso de la computadora y otros dispositivos electrónicos y al aire acondicionado.
La Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de México, a través del Hospital General Dr. Rubén Leñero, ofrece servicios oftalmológicos mediante los cuales se dan tratamientos especializados a pacientes con síndrome de ojo seco, con el propósito de ayudar a estas personas a mejorar su visión y calidad de vida.
El ojo seco es causado por la disminución o falta de la producción de lágrima y humectación, lo que ocasiona malestares al paciente que van desde déficit visual, ardor, sensación de basura, arenita o piquetes en los ojos y que les lastima la luz y hasta inflamación.
El ojo debe mantenerse humectante, porque la córnea depende de la lágrima para su nutrición y para su regeneración, es por ello en los servicios de oftalmología hospitalarios se prioriza el tratamiento inicial con lagrimales artificiales para aliviar las diversas molestias.
La Dra. Leslie Aguilar Saldaña, de los Servicios de Oftalmología del Hospital Rubén Leñero, explicó que el mal se debe a daños en las glándulas que producen la secreción lagrimal o la lágrima se evapora de forma prematura por factores que pueden ser genéticos, nutricionales y ambientales.
Dijo que las mujeres son más propensas de padecerlo, y de los 50 años en adelante las personas tienen más riesgo o complicaciones, por enfermedades como lupus, artritis, reumáticas y otras autoinmunes.
También se asocia a nuevas formas de trabajo, por ejemplo, explicó el constante uso de la tablet, la computadora, hace que se evapore más fácil una lágrima; o por actividades que requieren de mucha atención y llegan a causar una disminución en la frecuencia del parpadeo y evitan la distribución de la lágrima.
La cirujano oftalmóloga detalló que la lágrima protege al ojo en cuanto a la fricción del parpado sobre el ojo y aporte nutricional; cuando ya no se produce, la constante fricción ocasiona que se vayan perdiendo células y al ser un tejido en exposición con el medio ambiente, al sol, polvo, aire, también se van dañando.
Refirió que por efectos del aire acondicionado, el paciente tiene más ardor, debido a que incrementa la velocidad de evaporación de la lágrima; y también con el tabaco por ser un irritante ocular.
No hay una cura, pero si las medidas paliativas para mejorar la calidad de vida, para lo cual se les coloca a los pacientes de lágrimas artificiales que sirve para incrementar la viscosidad y engrosar la capa de película lagrimal para evitar exista fricciones entre el parpado y el ojo, dijo.
La aplicación de medicamentos antiinflamatorios, como los inmunomoduladores, para el tratamiento y dolor ocular, fármacos secretagogos aplicados como colirios para estimular la secreción de la lágrima y factores nutricios Omega 3 y Omega 6.
Cuando los casos son graves, se realizan cirugías, conclusiones de lagrimales y un tratamiento para tapar el ojo con los parpados para que no se perfore el órgano. De esta manera se evita que los pacientes sigan con molestias, con riesgos de ulcerarse o de lesiones.
Para prevenir y disminuir el malestar, los especialistas recomiendan evitar la exposición al tabaquismo, el contacto con polvo, calor de la cocina y de soldaduras; usar lentes especiales para protegerse en horas de sol y lágrimas artificiales cuando se hace uso de la tablet, computadora o en tareas que requieren de la mirada fija y constante, y no dejar de parpadear.
Las personas pueden acudir a los Centros de Salud para ser valorados y referidos al Hospital Rubén Leñero, o bien, dirigirse directamente. Para mayor información llamar a Medicina a Distancia al 5132 0909.