Discurso de la Dra. Oliva López Arellano, Segundo Informe de Labores
Ciudad de México, septiembre 23 de 2020
Glosa de Salud. Segundo Informe de Labores
Diputada Margarita Saldaña Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso de la Ciudad de México
Diputada Lourdes Paz Presidenta de la Comisión de Salud
Señoras y señores diputados de la Primera Legislatura del Congreso de la Ciudad de México
Buenos días a todas y a todos:
Comparezco ante esta Soberanía a la glosa en materia de Salud del II Informe de Gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. En la capital de la República mexicana construimos una ciudad innovadora y de derechos. Este ideal lo concibió la Jefa de Gobierno, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, durante su campaña para gobernar a esta gran urbe. Y todo su gobierno trabaja arduamente para hacer realidad el sueño de los capitalinos de una metrópoli donde todos gocemos de los derechos y las libertades que estipula nuestra Carta Magna.
Concebimos a la salud no sólo como ausencia de enfermedad, sino como un proceso inherente a la vida de las personas, determinado por múltiples elementos conocidos como determinantes sociales: el acceso a alimentación suficiente y de calidad; un trabajo estable y bien remunerado; vivienda digna; servicios públicos; educación y atención médica sanitaria, entre otros.
En la medida que avancemos en el acceso universal a estos derechos gozaremos de mejor salud. La evidencia científica ha mostrado el enorme peso de las condiciones sociales en la carga de enfermedad.
Las investigaciones constatan que las precarias condiciones sociales en las que viven millones de mexicanos y capitalinos propician el desarrollo, desde edades tempranas, de enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes mellitus 2, enfermedades cardiovasculares, obesidad, cáncer, etcétera.
Es responsabilidad del Estado transformar las condiciones sociales y garantizar, en la vida cotidiana los derechos humanos individuales y sociales.
Para garantizar el derecho a la Salud, en este segundo año, hemos logrado avances notales. El Gobierno de la Ciudad de México ha establecido el modelo de atención Salud en tu Vida que procura mantener la buena salud de la población durante el curso de vida, el mayor tiempo posible, mediante acciones de prevención, promoción y autocuidado sin descuidar la curación y terapia de quienes lo necesitan.
Asimismo, se proporciona acompañamiento con cuidados paliativos para una muerte digna.
Salud en tu Vida brinda servicios sanitarios a las personas en donde nacen, viven, trabajan, estudian y se divierten. Estamos en territorio con y para la gente. De esta forma, tenemos Salud en tu Casa para la atención de adultos mayores, personas con discapacidad y pacientes que requieren cuidados paliativos; Salud en tu Escuela para generar aprendizajes de autocuidado de la salud y Salud en tu Comunidad que, por ahora, focaliza los esfuerzos en las 330 colonias y barrios con menor índice de desarrollo social.
La estrategia operativa del modelo de atención recupera los principios de la Atención Primaria de Salud. Se trabaja en el desarrollo de Redes Integradas e Integrales de Servicios de Salud. Las redes son equipos de salud asentados en cada territorio de la Ciudad de México que tienen bajo su responsabilidad brindar atención a una población específica.
Las Redes Integrales e Integradas de Salud forman parte de la red asistencial del primero y segundo nivel de atención encargados de asegurar servicios médicos con oportunidad y continuidad a las personas que los necesitan. A la fecha, está en proceso la regionalización de las redes de servicios que implica el diseño de ocho sistemas regionales (macro-regiones), 16 meso regiones, 80 nodos de región y 842 áreas de influencia modular o micro-regiones. Así trabaja el gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo para garantizar a los habitantes de la Ciudad de México su derecho a la salud.
En la Ciudad de México tenemos un doble desafío epidemiológico, pues a las enfermedades infecto-contagiosas, que aún persisten, se suman las crónico-degenerativas. Las tres de las 10 principales causas de morbilidad son las infecciones respiratorias agudas, las intestinales y las de vías urinarias, con tasas de incidencia de 29,190, 5,822 y 5,389 por cada 100 mil habitantes, respectivamente. Las enfermedades crónico-degenerativas ocupan la cuarta, quinta y séptima posición; y las encabezan las úlceras, gastritis y duodenitis (tasa de 1,653); seguidas de gingivitis y enfermedad periodontal (tasa de 1,428) y obesidad (tasa de 1,047 por 100 mil habitantes, en cada caso).
Algunas enfermedades son prioritarias para la vigilancia epidemiológica, sin importar su frecuencia. Es el caso de la influenza. De agosto de 2019 a julio de 2020, se registraron 21 mil 847 casos con diagnóstico clínico de influenza en consulta externa, con una tasa de incidencia de 242 por cada 100 mil habitantes.
En los padecimientos por sexo, en mujeres, predominó la vulvovaginitis, con una incidencia de 1,130 casos y la displasia cervical leve y moderada con una tasa de 175 casos por cada 100 mil damas. En hombres, la hiperplasia de la próstata, con una incidencia de 437 casos por 100 mil varones.
Otras de las causas principales de morbilidad son las denominadas “lesiones por causa externa”. Las primordiales son: las quemaduras con 13,417 casos (tasa 148 por 100 mil habitantes); las lesiones por accidentes de transporte a peatones con 20,383 casos (tasa 232); mordedura de perro con 19,236 casos y una tasa 212 por 100 mil habitantes. Otra de las actividades cruciales que despliega la Secretaría de Salud de la Ciudad de México es la vigilancia epidemiológica. Entre los principales padecimientos que ocupan nuestra atención está el sarampión que ocupa un lugar destacado por ser el de mayor incidencia en el mundo.
En febrero del año se confirmó un caso de sarampión importado que provocó un brote epidémico en la Ciudad de México. Se confirmaron 143 casos. Las acciones de salud pública llevadas a cabo por el personal de las jurisdicciones sanitarias consiguieron controlar este brote y, desde el 1 de mayo al 23 de septiembre, se registraron 146 días sin evidencias de la transmisión viral.
Además de la vigilancia epidemiológica, el trabajo de la Secretaría de Salud es arduo muy amplio y complejo. Las siguientes cifras dan cuenta de nuestro compromiso con la salud de los habitantes de la capital de la República: Entre el 1 de agosto de 2019 y el 31 de julio de 2020 las unidades médicas de esta institución proporcionaron 11 millones 037 mil atenciones, entre las que destacan 2 millones 565 mil consultas; de éstas, 1 millón 787 mil fueron generales; 435 mil de especialidad; 250 mil odontológicas y 91 mil de salud mental. Se proporcionaron 481 mil atenciones de urgencias, 87 mil egresos hospitalarios, 49 mil intervenciones quirúrgicas y se atendieron 26 mil nacimientos.
Estas cifras indican que cada día de este periodo se otorgaron 12 mil 216 consultas; se atendieron 1,578 urgencias; 288 egresos hospitalarios; se procesaron 18 mil 253 estudios de laboratorio; 2 mil 371 estudios de gabinete, y se llevaron a cabo 5 mil diferentes acciones de prevención.
En apoyo a los diagnósticos médicos se realizaron 5 millones 567 mil estudios de laboratorio; 723 mil estudios de gabinete, de los que destacan, 477 mil 663 estudios de rayos X, 88 mil 802 estudios de ultrasonido, 30 mil 269 estudios de tomografía axial computarizada, 34 mil 899 estudios de electrocardiogramas, 81 mil 192 mastografías y otros estudios 10 mil 317, y 1 millón 612 mil de acciones de prevención.
Una de las estrategias de salud más costo-efectivas para salvar la vida de millones de niñas y niños en el mundo es la vacunación contra diversas enfermedades virales y bacterianas presentes en la infancia. México es reconocido a nivel mundial por tener uno de los esquemas de vacunación más completo, gracias a la aplicación de 14 biológicos que confieren protección para más de 20 padecimientos, y afectan particularmente a los infantes. También se atiende a las mujeres embarazadas y a los adultos mayores. Estos tres grupos de edad conforman la población objetivo de los esquemas y campañas de vacunación en territorio nacional.
Aun cuando en nuestro país se han eliminado o controlado las enfermedades prevenibles por vacunación, no está exento de recibir casos importados de estas enfermedades, tal como ocurrió recientemente con un brote de sarampión que afectó a 143 personas y que se pudo controlar oportunamente con los cercos epidemiológicos desplegados y mediante la vacunación de 60 mil 262 personas. Por fortuna, en este caso no hubo defunciones que lamentar y al 31 de julio se tiene control total del brote.
Para brindar todas estas atenciones mencionadas a la población sin seguridad social laboral, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México cuenta con 406 unidades médicas, 374 en el primer nivel de atención y 32 en el segundo nivel.
Además, en este primer nivel de atención se tienen 31 unidades de especialidades en centros de atención primaria en adicciones (UNEMES CAPA); siete unidades de especialidades médicas en enfermedades crónicas (UNEMESE.C.); dos unidades de especialidades médicas en centro ambulatorio para la prevención y atención del SIDA e infecciones de transmisión sexual (UNEME CAPASITS); así como servicios de medicina legal en 71 agencias del ministerio público en las coordinaciones territoriales de las alcaldías, ocho unidades médico legales en reclusorios y cinco en comunidades para adolescentes en conflicto con la ley.
En el segundo nivel de atención a la salud se cuenta con un hospital de especialidades; 11 hospitales generales; seis hospitales materno infantiles; 10 hospitales pediátricos; un hospital integrativo; dos clínicas hospital de especialidades toxicológicas y un hospital general en reclusorios, me refiero al Hospital General Torre Médica Tepepan.
Entre los principales recursos de infraestructura médica de la Secretaría de Salud en los dos niveles de atención, destacan los siguientes: 2,377 camas censables; 1,478 camas no censables; 115 camas de terapia intensiva; 163 camas de cuidados intensivos neonatales; 236 incubadoras; 2,489 consultorios, de estos últimos 1,102 son generales, 270 odontológicos, 1,019 especializados y 98 de otros. También contamos con 127 laboratorios de análisis clínicos; 11 servicios de patología; 102 gabinetes de rayos X; 146 equipos de radiología; 425 ventiladores respiratorios; 104 salas de operaciones; 33 salas de expulsión; cuatro bancos de sangre y seis servicios de transfusión con captación. Su planta laboral asciende a 30 mil 159 trabajadores.
En este periodo se rehabilitaron ocho centros de salud y dos más están en proceso. Y como parte del proyecto prioritario de la administración del la Jefa de Gobierno se inició la construcción de dos nuevos hospitales generales, el Hospital General de Cuajimalpa y el de Topilejo, en Tlalpan.
Uno de los objetivos primordiales de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México es fortalecer la formación de recursos humanos para la atención a la salud. Para formar a los profesionales de la salud se desarrollaron proyectos innovadores cuyo fin es mejorar las capacidades de las y los jóvenes en formación, en todos los campos de la medicina y cada uno de los grados, en coordinación con las instituciones educativas locales y las áreas normativas federales. La finalidad es garantizar el derecho a la salud, con apego a la ética profesional, a altos estándares de calidad y respeto a los derechos humanos.
En los últimos 12 meses la matrícula de profesionales de salud en formación fue de 2,484, tanto en pregrado como posgrado. En el periodo egresaron 243 médicos residentes, 187 médicos internos de pregrado, 215 alumnos de servicio social de Medicina, 597 de servicio social de Enfermería, 183 de servicio social de carreras afines y 78 de servicio social de Odontología. De los médicos residentes egresados, 198 se graduaron de 16 especialidades, 21 de seis subespecialidades y 24 en ocho ramas de alta especialidad.
Apartado COVID Señoras y señores diputados:
Como ustedes saben, los países del mundo somos azotados por la pandemia ocasionada por el virus SARS-Co-V2, que ocasiona la enfermedad denominada Covid-19. Desde enero, cuando se emitieron las primeras alertas epidemiológicas en el mundo, tanto el Gobierno de México, como el Gobierno de la Ciudad de México, iniciaron el monitoreo de la enfermedad Covid-19 y elaboraron las primeras propuestas para la respuesta integral a la pandemia.
Nuestra respuesta a la pandemia fue inmediata, a partir de las primeras alertas porque, como ustedes saben, la Ciudad de México tiene una serie de condiciones particulares de concentración urbana, de desigualdades y pobrezas, así como de movilidad local, nacional e internacional, que la hacen susceptible a este tipo de padecimientos. Ello significa que la zona metropolitana es una de alto riesgo epidémico.
Tempranamente se consideraron tres escenarios de posible propagación del coronavirus SARS-Co-V2 en el país y definieron medidas de prevención y control de la transmisión de la enfermedad para cada etapa. Fase 1. Importación: reporte de la Secretaría de Salud del Gobierno de México del primer caso importado el 27 de febrero de 2020.
Fase 2, Dispersión Comunitaria: se decretó el 24 de marzo con 367 casos confirmados en el país, que implicó primordialmente la supresión de actividades económicas no esenciales, la restricción de congregaciones masivas y la recomendación de resguardo domiciliario a la población en general; y Fase 3, Epidémica: inicia el 21 abril con 16 mil 013 casos confirmados en el país y 4 mil 437 en nuestra ciudad.
Se tenía previsto que la capital sería un punto álgido en concentración de casos, contagios y demanda de atención hospitalaria, por lo que se desarrolló una propuesta integral y anticipatoria, guiada por la evidencia científica, para enfrentar a la epidemia en una ciudad con 9 millones de personas, 5 millones que transitan aquí todos los días y que desarrollan actividades de servicios, comerciales o recreativas, que conforma una zona metropolitana de 22 millones de habitantes con una integración socio-económica muy intensa.
La pandemia magnificó la problemática de salud de la heterogénea población de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, pues como conocemos, una parte significativa de la gente es aquejada por la pobreza, vulnerabilidad y polarización epidemiológica y sanitaria, que son consecuencia de sus desiguales condiciones de vida y salud.
Estos problemas sociales y económicos, que nos laceran, propician prevalencias elevadas de enfermedades crónicas no transmisibles. En particular hizo mella a los capitalinos la alta proporción de diabetes mellitus tipo 2 que aqueja a 12.4 de cada 100 mayores de 20 años; la hipertensión arterial sistémica, cuya prevalencia es de 20 casos por 100 mayores de 20 años y el sobrepeso y la obesidad, que en conjunto están presentes en 75% de la población adulta.
El 30 de marzo se declaró una “emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor” a consecuencia de la evolución de casos confirmados y muertes en el país, lo cual dio lugar a ejecutar acciones adicionales para su prevención y control.
En este marco, desde marzo se inició la reconversión hospitalaria, pues de experiencias de países como España e Italia y la misma China, se reconoció como punto crítico la saturación nosocomial. Sobre todo, la experiencia fue muy dolorosa en los países europeos, donde se colapsó la atención para casos graves, dada la demanda creciente de casos leves y moderados que saturó las salas de urgencias. La reconversión hospitalaria inició bajo los lineamientos de la Secretaría de Salud del gobierno de México y rápidamente se configuró como una estrategia de todo el sector salud que opera en esta ciudad y en la metrópoli. Esta política permitió la suma de capacidades de la red hospitalaria de la SEDESA, de los institutos nacionales, de los hospitales federales, del IMSS e ISSSTE, la SEDENA y SEMAR, así como de hospitales públicos y privados del Valle de México. Todos hemos trabajado coordinadamente mediante el Comando Metropolitano de Salud, encabezado por la Dra. Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la capital.
Dos componentes desarrollados por la Agencia Digital de Innovación Pública, para brindar una respuesta integral, fueron el modelo matemático-epidemiológico y el sistema de monitoreo a partir de mensaje de texto al SMS 51515 Covid19, dispositivo que automáticamente da seguimiento a casos sospechosos, realiza el filtrado e identifica los grupos de riesgo para monitoreo telefónico por personal médico en Locatel, y mediante videollamadas para evaluar los síntomas y, en su caso, canalizarlos casos sospechoso a SEDESA para la visita médica a través de las brigadas de Salud en tu casa.
Este mecanismo temprano de seguimiento fue fundamental para atender a los casos leves y moderados de Covid-19, así como para brindar apoyo económico a las personas y familias vulnerables y permitir su resguardo domiciliario. De esta manera, el Gobierno de la Ciudad logró contener la demanda hospitalaria de casos no graves.
El apoyo a estas personas contagiadas y a sus contactos tiene la finalidad de incentivar su resguardo domiciliario durante 15 días. Para ello se les proporcionó un kit médico, despensa alimentaria y apoyo monetario. La Jornada Nacional de Sana Distancia, que inició el 23 de marzo y se prolongó hasta el 30 de abril, suspendió todas las actividades, excepto las esenciales, e hizo posible el resguardo generalizado de las personas. El compromiso de los habitantes de la Ciudad de México impactó la movilidad, que en algunos momentos se redujo hasta 80 por ciento.
El compromiso ciudadano fue esencial para reducir la velocidad de los contagios en una ciudad viva, de 9 millones de personas, con vínculos estrechos en el Estado de México, y que es el corazón financiero y de negocios del país. Se estima que esta reducción de la movilidad y el resguardo domiciliario redujo a la mitad los casos estimados y permitió reducir la velocidad de la propagación del virus SARS-Co-V2.
Y como ha reiterado la Jefa de Gobierno, todo esto se logró sin medidas coercitivas. Siempre se privilegió la información a la población y los dispositivos de apoyo. La ayuda económica incentivó a la gente para permanecer en sus domicilios y evitar salir a comprar una despensa. En tanto, el kit médico permitió a las personas, con casos leves y moderados, monitorear sus síntomas en casa. Destaco esta concepción transversal de la salud. Como se ha dicho en esta comparecencia, el Gobierno de la ciudad de México tiene una visión integral de la salud. Reconoce que es una cuestión intersectorial y metropolitana. Y su punto cardinal es el respeto irrestricto a los derechos humanos. Por tanto, muy tempranamente sumó capacidades de todas las secretarías y entes de gobierno para enfrentar la pandemia.
Esta coordinación y acción multisectorial, donde fueron cruciales las secretarías de Gobierno, Finanzas, Desarrollo Económico, Inclusión y Bienestar Social, Educación, Ciencia Tecnología e Innovación, Movilidad, Turismo, Desarrollo Económico, entidades como la Agencia Digital de Innovación Pública, la Agencia de Protección Sanitaria, la SSa, CCINSHAE, la Secretaría de Salud del Estado de México, los institutos de seguridad social y las Alcaldías, entre muchas otras instancias, para modificar las condiciones sociales que determinan la salud y atenderé la pandemia en la capital de la República. Esta es la perspectiva de la Jefa de Gobierno que se ha propuesto forjar una ciudad de libertades y derechos. Hoy pasamos de la estrategia de resguardo generalizado de la población a los semáforos epidemiológicos, que permiten la apertura paulatina de diversas actividades. Para esta fase se elaboró el Plan gradual hacia una nueva normalidad en la Ciudad de México.
En consecuencia, se han estandarizado y difundido los lineamientos de seguridad sanitaria e higiene para las distintas actividades y se ha ampliado la plataforma digital de monitoreo desarrollada a partir del SMS y el servicio de Locatel para el seguimiento telefónico de casos y rastreo de contactos. Asimismo, se fortalece la vigilancia epidemiológica en los territorios a través de las jurisdicciones sanitarias, las brigadas de Salud en tu casa y de participación ciudadana.
Como se prevé que el nuevo coronavirus va a estar presente durante mucho tiempo se diseña el Programa especial de detección, protección y resguardo de casos Covid-19 y sus contactos. Mediante Locatel y el SMS se intensifica la identificación de casos positivos, al tiempo que en territorio se redoblan acciones de información y rastreo. Otro componente vital del programa es la toma de muestras para prueba confirmatoria de Covid-19. Las pruebas diagnósticas PCR se realizan desde el inicio de la pandemia. A partir del 1 de abril se amplió su número, de manera que al momento la SEDESA toma un promedio de 4,000 pruebas diarias en 117 centros de salud y en territorio mediante brigadas de Salud en tu Casa, para confirmar casos sospechosos e identificar aquellos contactos positivos.
La Ciudad de México se destaca porque su gobierno se ha volcado a la atención de la pandemia. Ha reconocido la concentración poblacional, la dinámica de la movilidad de millones de habitantes y la complejidad socio-sanitaria, o los determinantes sociales de la salud. Y ha puesto en el centro a las personas mediante el despliegue de diversos dispositivos para su cuidado médico y respaldo económico. Cabe subrayar que el componente específico de atención médica hospitalaria y ambulatoria ha ampliado su capacidad y ha funcionado, en los hechos, como un sistema de salud metropolitano unificado. Por tanto, hasta el momento, en la ciudad no se ha colapsado el sistema hospitalario. Muy tempranamente la SEDESA inició la reconversión hospitalaria para atender a los enfermos graves de Covid-19. Los lineamientos de la Secretaría de Salud del gobierno de México normaron este cambio. Rápidamente se configuró la estrategia para todo el sector salud de la ciudad y la metrópoli. De este modo, junto con los institutos nacionales, los hospitales federales, el IMSS y el ISSSTE, la SEDENA y SEMAR, se incrementó significativamente la capacidad de camas con ventilador en toda la zona metropolitana.
Al mismo tiempo, la red hospitalaria de la SEDESA aumentó en 368 camas hospitalarias con ventilador y reconvirtió cuatro hospitales.
En apoyo a estas acciones se creó la Unidad Hospitalaria Temporal. Con el soporte de fundaciones empresariales se habilitaron hospitales temporales en recintos feriales y centros de exposiciones de la Ciudad de México, inspirados en la experiencia internacional.
La iniciativa fue impulsada por fundaciones, inversionistas y la Facultad de Medicina de la UNAM. Así, se puso a disposición de la Ciudad, para respaldar a los hospitales públicos, el Centro de Convenciones CitiBanamex, ubicado en el Hipódromo de las Américas. La conversión del Centro Citibanamex a Unidad Hospitalaria Temporal se diseñó para ofrecer 854 camas de hospitalización, 36 camas de terapia intermedia, 10 áreas de servicios (comedor, ingeniería biomédica, farmacia, bodegas, limpieza, terapia de fluidos y vigilancia), áreas de trabajo facultativo, laboratorio y rayos X portátil, hemodiálisis, salas de capacitación, morgue y servicio de ambulancias.
El proceso se apegó a las recomendaciones de la OMS en el “Manual práctico para instalar y gestionar un centro de tratamiento de las infecciones respiratorias agudas graves y una zona para su tamizaje en los establecimientos de asistencia médica”, a los estándares para establecimientos de atención médica y la normatividad establecida por la SEDESA.
Como ustedes saben, diputadas y diputados, la fuerza laboral sanitaria es el recurso más valioso que poseen los sistemas de salud en el mundo y piedra angular de la respuesta social a las necesidades de salud de la población.
Los sistemas de salud padecen carencias de recursos humanos en prácticamente todas las ramas profesionales. La pandemia evidenció el déficit histórico de personal. Y se agudizó considerablemente, entre otras razones, por los criterios de resguardo establecidos para proteger a los trabajadores del riesgo de contagio por SARS-Co- V2, ya sea por motivos de salud, edad, embarazo y lactancia. Esta Secretaría de Salud, conocedora de esta realidad, procuró y llevó a buen término la contratación extraordinaria de personal médico y de enfermería general y especialistas. El financiamiento para la contratación de personal provino tanto de los recursos públicos del Gobierno de la Ciudad como de los aportados por el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).
Como pueden apreciar en este apretada glosa de Salud al Segundo Informe de Gobierno de la Dra. Sheinbaum, todo el personal de salud nos hemos entregado en cuerpo y alma a la atención de la pandemia, sin descuidar las acciones regulares que realiza cotidianamente nuestra institución. En estas líneas he expuesto la complejidad de la salud, que implica a factores sociales, económicos y políticos. Hago un llamado a esta soberanía para que hagamos un esfuerzo conjunto para enfrentar esta múltiple problemática y juntos trabajemos para garantizar el derecho humano a la salud.
Me pongo a sus órdenes para responder a sus preguntas y a sus inquietudes. Y aclaro que todo nuestro trabajo y el manejo de los recursos públicos se han hecho con honestidad y transparencia. Ustedes pueden consultar en los datos públicos cómo se ha ejercido el presupuesto, que es sagrado, porque se trata de dinero de todos los ciudadanos.