• Hoy sus 80 camas están disponibles por baja de contagios; desde el 15 de marzo tiene cero personas contagiadas del virus SARS-CoV-2 

• Al concluir la emergencia sanitaria mundial la unidad médica contará con cuatro especialidades: medicina interna, ginecología, cirugía y pediatría

A un año de iniciar operación y tras atender a 2 mil 308 personas por COVID-19, el Hospital General La Pastora de la Secretaría de Salud (SEDESA) registra cero ocupación de 80 camas generales o con ventilador con pacientes contagiados del virus SARS-CoV-2, cifra que permanece así desde el pasado 15 de marzo.

La unidad médica inició su habilitación el 20 de enero de 2021 y se inauguró el 31 de marzo del mismo año, 70 días después.

De acuerdo con la subdirectora médica de atención temporal COVID en la unidad La Pastora, la Dra. Ángeles Corona Hernández, esto se logró gracias a la ardua labor de 120 doctoras y doctores, 134 enfermeras y enfermeros, así como el personal administrativo y de intendencia que trabajaron como equipo.

“El Hospital General La Pastora es una acción coordinada por el Gobierno de la Ciudad de México, Grupo Modelo y la Alcaldía Gustavo A. Madero. El primer paciente llegó el 8 de abril y desde ese momento, las 80 camas con las que cuenta la unidad comenzaron a llenarse. De hecho, en los momentos más álgidos de la pandemia se desocuparon dos o tres camas y de inmediato se ingresaba a otros pacientes para ser internados”, mencionó.

Detalló que de las 2 mil 308 personas por contagio de COVID-19 atendidas, 772 fueron hospitalizadas y mil 536 se trataron como casos ambulatorios. De este total, lamentablemente fallecieron 228 pacientes.

Adicionalmente se realizaron 6 mil 57 pruebas rápidas de antígenos con mil 292 resultados positivos y 4 mil 765 negativos; en tanto que se practicaron 177 test PCR, y dieron positivo 68, mientras que 109 fueron negativos.

Corona Hernández refirió que la atención no se limitó sólo a hacerlo en el unidad médica, pues se implementó la Consulta de Seguimiento.

“Toda vez que considerábamos que el paciente evolucionaba de manera favorable, y debido a que en la primera ola que nos tocó ya como Hospital eran muchos los casos, decimos que terminaran casa, pero no sin seguimiento médico, y fue ahí donde decidimos implementar dicha consulta en el hogar. Durante la primera etapa que fue del 8 de julio al 31 de agosto de 2021, se atendió a 46 personas; en la segunda, del 13 de octubre de 2021 al 22 de enero de 2022, fueron 263 pacientes; y en la tercera, del 23 de febrero a la fecha, a 82 enfermos”, subrayó.

En ese sentido, la subdirectora médica señaló que pese a estar en cero con pacientes COVID, sigue como unidad temporal para la atención contra ese virus, y también se está dedicando a atender a personas con otro tipo de enfermedades.

“Mientras no tengamos pacientes COVID decidimos hacer dos áreas, una destinada para los casos que pudieran darse, donde se aplican pruebas rápidas y PCR y si lo requiere ser ingresado; y la otra para no COVID, pero después de que también se les haga un tamizaje pues se trata de romper la cadena de contagios”, explicó.

Respecto de lo que pasará con el inmueble médico toda vez que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare el final de la emergencia sanitaria, Corona Hernández, manifestó que si en pandemia el Hospital General La Pastora fue de gran ayuda, lo será más para los habitantes de las colonias en Cuautepec, e incluso para Tlalnepantla, en el Estado de México.

“Fue una muy buena visión el haberlo rescatado y sobre todo para que trabajara por COVID, pero este hospital ya no cerrará así será un hospital con sus cuatro especialidades: medicina interna, ginecología, cirugía y pediatría, y puede dar más. Todos esto con tendencia a la enseñanza lo que es importante para poder dar seguimiento a los hospitales que están en las cercanías”, subrayó.

Finalmente, agregó que “la experiencia de doctoras, doctores, enfermeras, enfermeros, administrativos, de intendencia ha sido enorme y más porque la gran mayoría son jóvenes, muchos de ellos recién ingresados de las universidades, de hecho algunos ya están haciendo residencia, es algo que nunca se nos va olvidar. Habrá que empezar a pensar en cambiar el chip para tratar otras enfermedades que no sean COVID o se deriven de él, nos llevará tiempo, pero lo haremos”.